Se buscan profesores innovadores (interesante)
Mientras antes la calidad de un buen profesor se medía según la cantidad de materia que transfería a sus alumnos, hoy se observa cuánto aprendió el estudiante y cómo el profesor fue capaz de ayudarlo a buscar su propio conocimiento.
Un ejemplo, las universidades chilenas, pertenecientes al Consejo de Rectores, están modificando el nuevo perfil que debe tener el profesor universitario, busca homogeneizar los sistemas universitarios de los diversos países.
Un nuevo perfil que pasó de ser un mero transmisor de conocimientos al estudiante, a un docente orientado a la tutoría y a transferir a su práctica el fruto de sus propias investigaciones.
"Hasta los años 90 la educación se basaba en la clásica transferencia de conocimientos, se partía de la base de que el estudiante no sabía nada, que era un saco vacío que había que llenar, por lo tanto, tenía que tener una actitud pasiva frente al profesor, porque el único que tenía la verdad era éste", explica Patricia Desimone, directora del Departamento de Aseguramiento de la Calidad de la Docencia e Innovación Curricular de la Universidad Austral.
Pero el diagnóstico advirtió que el sistema universitario europeo no estaba dando respuesta a las necesidades empresariales y laborales del mundo global. Por eso la solución apuntó directamente a la formación de los futuros profesionales. El resultado fue la emergencia de una educación centrada en el aprendizaje de los estudiantes y no en la enseñanza, con un alumno que busca por sí mismo el conocimiento y un profesor de alto nivel formativo, con un fuerte perfil investigador, que sea empático, conectado a la red y crítico.
Adiós a la clase magistral
"Estamos pasando a un modelo educativo según el cual el rol del profesor es apoyar y guiar al alumno, por ello debemos dejar la mera clase magistral e innovar en la forma de hacer la docencia", dice José Sánchez, director de docencia de la U. de Concepción.
Un nuevo perfil que, en el caso de la Universidad de Santiago, por ejemplo, se inició con la renovación de los cuadros académicos, cuyos perfiles apuntan a buscar docentes que a la vez hagan investigación, del tipo Fondecyt, con publicaciones ISI o indexadas y que puedan hacer muchas horas de clases, según cuenta Rodrigo Vidal, vicerrector académico. "La idea es que este investigador académico sea generador del conocimiento que imparte, no que enseñe lo que leyó hace 10 años", subraya.
Una nueva tendencia a la que ya se han sumado la Universidad de Chile, la Austral y pronto la U. Católica. Esta última actualizó el perfil de su cuerpo académico en un documento que espera la aprobación del Consejo Superior, mientras que en la U. de Chile, los profesores han tenido que cambiar su cultura y forma de hacer las cosas. "Hoy, más que enseñar, el profesor tiene que preocuparse por ofrecer a los estudiantes los instrumentos y herramientas para que aprendan", explica Santiago Urcelay, vicerrector académico.
Y en la U. Austral, se los está capacitando en liderazgo, gestión e investigación. "Antes, los profesores no se formaban para ser docentes, sino que eran abogados, ingenieros y médicos que simplemente hacían clases. Ahora los formamos para que ejerzan la docencia", dice Desimone. Junto con ello, el profesor debe liderar la producción de conocimiento a través de la investigación, y a su vez, innovar en su práctica docente. Tan en serio se lo han tomado que junto a la U. Politécnica de Valencia la Austral está realizando un estudio entre 600 titulados en 2002, para saber cuánto impacta la formación en la práctica de la profesión.
Profesores accesibles a los alumnos
El modelo norteamericano y europeo
Sebastiaan Hekman, ex estudiante de la escuela de negocios de la Strathclyde University, de Holanda, pudo conocer el estilo de los profesores de ese país, que se resume en que son accesibles para los alumnos, eficientes y productivos, pues publican frecuentemente. También exigen mucha independencia a sus alumnos. "Estos tienen que hacer el esfuerzo del aprendizaje, porque el profesor está presente sólo para aclarar, guiar y ayudar. En las evaluaciones es más importante demostrar comprensión en lugar de saber", señala.
El profesor de la Escuela de Arquitectura y Diseño de la UCV, Herbert Spencer, conoció el perfil de los académicos de la Carnegie Mellon University, Pittsburg, donde realizó su posgrado. "Aquí todo el sistema está hecho para que uno aprenda, los profesores responden todas las dudas", señala Spencer. Otra cualidad es que los profesores mantienen un nivel de diálogo internacional permanente con sus pares.
El académico actual versus el de antes
* Un saco vacío: en el paradigma tradicional, el estudiante es pasivo, no sabe nada y es un saco vacío al que hay que llenar de conocimientos.
* Enfocado a la enseñanza: el profesor está centrado en la enseñanza y en cuánto enseña.
* Planificación y metodología: las planificaciones son rígidas y la innovación metodológica es escasa.
* No enseñan lo que investigan: el académico tradicional es un excelente investigador y científico, pero no transfiere a su práctica docente lo que descubre.
* Escasa formación docente: el profesional que ejerce la docencia no se ha formado para hacer clases, sino que las hace porque es un buen profesional.
* Empático: en el paradigma actual, el alumno es activo, trae información y hay que guiar y orientar para que pueda construir sus propios aprendizajes.
* Enfocado al aprendizaje: el profesor está centrado en el aprendizaje de los alumnos y en sus competencias.
* Flexible e innovador: el profesor es creativo, independiente, con planificaciones flexibles e innovadoras.
* Enseña lo que investigan: el profesor actual es un gran investigador y transfiere a sus clases el resultado de sus hallazgos.
* Alto grado de formación docente: son pedagogos calificados y buenos comunicadores, que han aprendido a ser docentes mediante capacitación.
Un ejemplo, las universidades chilenas, pertenecientes al Consejo de Rectores, están modificando el nuevo perfil que debe tener el profesor universitario, busca homogeneizar los sistemas universitarios de los diversos países.
Un nuevo perfil que pasó de ser un mero transmisor de conocimientos al estudiante, a un docente orientado a la tutoría y a transferir a su práctica el fruto de sus propias investigaciones.
"Hasta los años 90 la educación se basaba en la clásica transferencia de conocimientos, se partía de la base de que el estudiante no sabía nada, que era un saco vacío que había que llenar, por lo tanto, tenía que tener una actitud pasiva frente al profesor, porque el único que tenía la verdad era éste", explica Patricia Desimone, directora del Departamento de Aseguramiento de la Calidad de la Docencia e Innovación Curricular de la Universidad Austral.
Pero el diagnóstico advirtió que el sistema universitario europeo no estaba dando respuesta a las necesidades empresariales y laborales del mundo global. Por eso la solución apuntó directamente a la formación de los futuros profesionales. El resultado fue la emergencia de una educación centrada en el aprendizaje de los estudiantes y no en la enseñanza, con un alumno que busca por sí mismo el conocimiento y un profesor de alto nivel formativo, con un fuerte perfil investigador, que sea empático, conectado a la red y crítico.
Adiós a la clase magistral
"Estamos pasando a un modelo educativo según el cual el rol del profesor es apoyar y guiar al alumno, por ello debemos dejar la mera clase magistral e innovar en la forma de hacer la docencia", dice José Sánchez, director de docencia de la U. de Concepción.
Un nuevo perfil que, en el caso de la Universidad de Santiago, por ejemplo, se inició con la renovación de los cuadros académicos, cuyos perfiles apuntan a buscar docentes que a la vez hagan investigación, del tipo Fondecyt, con publicaciones ISI o indexadas y que puedan hacer muchas horas de clases, según cuenta Rodrigo Vidal, vicerrector académico. "La idea es que este investigador académico sea generador del conocimiento que imparte, no que enseñe lo que leyó hace 10 años", subraya.
Una nueva tendencia a la que ya se han sumado la Universidad de Chile, la Austral y pronto la U. Católica. Esta última actualizó el perfil de su cuerpo académico en un documento que espera la aprobación del Consejo Superior, mientras que en la U. de Chile, los profesores han tenido que cambiar su cultura y forma de hacer las cosas. "Hoy, más que enseñar, el profesor tiene que preocuparse por ofrecer a los estudiantes los instrumentos y herramientas para que aprendan", explica Santiago Urcelay, vicerrector académico.
Y en la U. Austral, se los está capacitando en liderazgo, gestión e investigación. "Antes, los profesores no se formaban para ser docentes, sino que eran abogados, ingenieros y médicos que simplemente hacían clases. Ahora los formamos para que ejerzan la docencia", dice Desimone. Junto con ello, el profesor debe liderar la producción de conocimiento a través de la investigación, y a su vez, innovar en su práctica docente. Tan en serio se lo han tomado que junto a la U. Politécnica de Valencia la Austral está realizando un estudio entre 600 titulados en 2002, para saber cuánto impacta la formación en la práctica de la profesión.
Profesores accesibles a los alumnos
El modelo norteamericano y europeo
Sebastiaan Hekman, ex estudiante de la escuela de negocios de la Strathclyde University, de Holanda, pudo conocer el estilo de los profesores de ese país, que se resume en que son accesibles para los alumnos, eficientes y productivos, pues publican frecuentemente. También exigen mucha independencia a sus alumnos. "Estos tienen que hacer el esfuerzo del aprendizaje, porque el profesor está presente sólo para aclarar, guiar y ayudar. En las evaluaciones es más importante demostrar comprensión en lugar de saber", señala.
El profesor de la Escuela de Arquitectura y Diseño de la UCV, Herbert Spencer, conoció el perfil de los académicos de la Carnegie Mellon University, Pittsburg, donde realizó su posgrado. "Aquí todo el sistema está hecho para que uno aprenda, los profesores responden todas las dudas", señala Spencer. Otra cualidad es que los profesores mantienen un nivel de diálogo internacional permanente con sus pares.
El académico actual versus el de antes
* Un saco vacío: en el paradigma tradicional, el estudiante es pasivo, no sabe nada y es un saco vacío al que hay que llenar de conocimientos.
* Enfocado a la enseñanza: el profesor está centrado en la enseñanza y en cuánto enseña.
* Planificación y metodología: las planificaciones son rígidas y la innovación metodológica es escasa.
* No enseñan lo que investigan: el académico tradicional es un excelente investigador y científico, pero no transfiere a su práctica docente lo que descubre.
* Escasa formación docente: el profesional que ejerce la docencia no se ha formado para hacer clases, sino que las hace porque es un buen profesional.
* Empático: en el paradigma actual, el alumno es activo, trae información y hay que guiar y orientar para que pueda construir sus propios aprendizajes.
* Enfocado al aprendizaje: el profesor está centrado en el aprendizaje de los alumnos y en sus competencias.
* Flexible e innovador: el profesor es creativo, independiente, con planificaciones flexibles e innovadoras.
* Enseña lo que investigan: el profesor actual es un gran investigador y transfiere a sus clases el resultado de sus hallazgos.
* Alto grado de formación docente: son pedagogos calificados y buenos comunicadores, que han aprendido a ser docentes mediante capacitación.
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