El Curculiónido Ferruginoso (Rhynchophorus ferrugineus, Olivier (1790)

Esta semana he asistido a la primera jornada sobre el Rhynchophorus que se ha celebrado en el IVIA de Moncada (Valencia).

Las conclusiones de esta jornada y de aquellos temas que se trataron os lo quiero aportar:

Como sabeis este coleóptero de gran tamaño (entre 2 y 5 cm.) es originario del Asia tropical y accedió a nuestras tierras "gracias" al descontrolado tráfico de palmeras desde el Oriente próximo y norte de Africa. Bajo ningún control sanitario y debido a los bajos costos de las palmeras, en origen, la importación de palmeras desde otros paises se produjo de forma masiva y descontrolada. Entre ellas venía camuflado el gorgojo, dotado de un aspecto ferruginoso que lo hace inconfundible
.
Pese a que su existencia en nuestro país data de hace más de diez años, es en el año 2004 cuando de manera oficial se conoce la presencia del Picudo en la Comunidad Valenciana, en la localidad de Olocau. Desde entonces y hasta ahora, según datos oficiales, que a fecha de hoy serán muchas más, 10.670 palmeras han sido destruidas en toda la Comunidad por la empresa que se encarga de la labor de identificación de la plaga y retirada y triturado de las mismas. También las mismas fuentes aseguran que existen ejemplares por retirar, con una lista de espera de más de tres meses.

Como véis el problema es enorme, es más existen focos muy intensos como el de Picassent, con una pérdida de 831 ejemplares o el que se encuentra en la zona del Vedat de Torrente, con muchas palmeras por destruir y que albergan miles y miles de larvas del insecto.

En cuanto a la preferencia del Picudo sobre las palmeras a las que ataca, parece que la especie Phoenix es su predilecto, especialmente las canariensis, si bien los hijuelos de las datileras también se convierten en un manjar apetecible para el gorgojo. No obstante también han aparecido ataques en otras especies como las Washingtonias o el Trachycarpus, aunque en menor medida.

Los jardines privados han sido lo más perjudicados por la plaga, 3.227 palmeras han sido destruidas frente a las 190 presentes en jardines públicos y 7.250 en viveros.

Pero el gran problema que se han encontrado los profesionales que estudian la plaga es el comportamiento del gorgojo, que presenta una actividad reproductora desmesurada además de una adaptabilidad al medio impresionante, se acomoda fácilmente a diferentes climatologías y modifica su comportamiento en base a ellas. A todo esto debemos unir dos factores muy negativos; en primer lugar, el gorgojo que se oculta dentro de la palmera y deposita sus huevos no crea síntomas visibles en los ejemplares dentro de una horquilla de entre 4 meses y 1 año. El segundo factor negativo es que la hembra sale copulada del ejemplar en busca de nuevas palmeras. En las datileras se han encontrado muchas larvas del gorgojo, si bien es en las canarias en las que se produce una gran explosión demográfica.

Por último queda por citar la distancia que puede recorrer volando un ejemplar de Curculiónido, situándose entre 3,5 y 7 km. si bien no se determina si lo puede realizar en uno o varios vuelos.


Por tanto y visto todo lo anteriomente citado, debemos saber que nos encontramos ante un ataque gravísimo y de momento irreparable a nuestro patrimonio vegetal y tan sólo disponemos de un método de control que sí se ha demostrado efectivo. Este método es conseguir que no se corten hojas verdes de las palmeras y de la misma manera se evite cepillar los troncos de las mismas, no produciendo heridas que atraigan al depredador, ya que estas heridas desprenden unas feromonas similares a las que desprende la hembra del picudo, atrayendo al insecto y produciendo su entrada en la palmera, generalmente por el cogollo de las mismas. Por supuesto el inmediato abatimiento de los ejemplares afectados y su destrucción mediante triturado y quemado de los restos es igualmente fundamental para evitar la dispersión de la plaga.

Mientras se sigue investigando con nemátodos y hongos entomopatógenos (Beauberia bassiana), la concienciación de todos los profesionales que trabajan en el ámbito de la jardinería, para evitar seguir produciendo heridas en las palmeras mediante la poda de hojas verdes debe ser un método más para facilitar el control de Rhynchophorus. Que sea desde el programa de escuelas taller, desde donde se comience con estas actividades de sensibilización respecto a tan gran problema.