"Un baño natural". Paisajismo y Diseño en la Piscina..
Podemos encontrar diferentes sistemas de piscinas naturales pero todas ellas se basan en la depuración que ejercen las plantas acuáticas de forma natural propagando microorganismos beneficiosos que eliminan las bacterias y los gérmenes. Esto hace que no sea necesario ningún producto químico añadido. En una piscina natural no hay que cambiar el agua nunca, sólo reponer la que se evapora y su mantenimiento es muy sencillo.
Las piscinas naturales nos traen a la mente los baños en los estanques o en los ríos en los que no hace muchos años podíamos disfrutar habitualmente en muchos lugares rodeados de fauna acuática, rodeados de naturaleza.
La principal diferencia entre estos estanques en los que disfrutábamos de pequeños y las piscinas naturales que tanto éxito están teniendo en muchos países europeos radica en que las piscinas sostenibles de las que hablamos tienen separadas claramente dos zonas. Una dedicada al baño de las personas y otra destinada a la ubicación de las plantas que realizarán las funciones de depuración.
Si bien en una piscina convencional el agua es cristalina, esta biológicamente está “muerta”, pues se impide la proliferación de vida, la piscina natural es “vida” y se caracteriza por estar presente en ella las diferentes fases de un ciclo natural, la misma naturaleza se encarga de regenerar el agua.
Dependiendo del clima, la superficie disponible en el jardín, la insolación etc., podemos encontrarnos ante diferentes problemas que exigirán un estudio previo, antes de definir el diseño del proyecto y seleccionar el conjunto de plantas acuáticas que se encargarán de depurar las aguas.
Diferenciaremos nuestra piscina natural dependiendo de si las plantas están integradas en la piscina, si utilizamos un sistema híbrido, unas externas y otras internas, o si finalmente nos decantamos por la opción de situarlas en el exterior de la misma, en la balsa adjunta encargada de la depuración.
Sigamos; ¿Cómo se realiza la zona de depuración?: Es este un sistema de circuito cerrado, en el cual la balsa depuradora adjunta está constuida con plantas, arena y grava, diferenciada generalmente de la zona de baño, la cual suele encontrarse libre de vegetación y presentando una mayor profundidad. Una bomba se encarga de trasvasar el agua de una parte a la otra.
¿Qué aspecto debe presentar la piscina natural?: Lógicamente en nuestra búsqueda de lo natural la diseñaremos con sinuosas curvas, poco profundas en los márgenes y más hondas en el centro.
¿Qué tipo de plantas utilizaremos?: Existe una premisa fundamental, huir de la plantación de plantas exóticas que nos puedan acarrear problemas de salubridad, adaptación o invasión de la flora autóctona.
¿Podemos incorporar peces?: En principio sería un problema, ya que los excrementos de los mismos perjudicarían el equilibrio natural del agua.
¿Qué tipo de plantas incorporamos a nuestra piscina natural?: Diferenciemos tres tipos.
- Plantas flotantes, como los nenúfares o las lemmas, que además de realizar la oxigenación del agua, aportan sombra, protegiendo la misma de un exceso de irradiación solar que acabaría en una amplia proliferación de algas y por lo tanto en un déficit de oxígeno en el agua debido a la pudrición de las mismas.
- Plantas arraigas en el suelo como el carrizo o el lirio de agua. Junto a sus raíces viven las bacterias anaeróbicas y aérobicas, siendo estas últimas las encargadas de la reducción de los residuos vegetales y las moléculas dañinas producidas por los sedimentos.
- Finalmente aparecerían las plantas sumergidas. Este tipo de plantas, como el Ceratophyllum, se encargan de limitar los nitratos y los fosfatos del agua, al mismo tiempo que limitan el desarrollo y crecimiento de las algas.
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