Lucha Convencida contra el Picudo Rojo.-

Es esencial planificar un plan de lucha, ser profesionales y muy perseverantes, qué queremos decir con ello, hablamos de tratamientos preventivos, por lo tanto tenemos que tener las palmeras prevenidas de cualquier posible afección


Una nueva entrada dedicada al dichoso escarabajo que se está comiendo nuestras palmeras. En esta ocasión voy a hacer referencia a un artículo de una de las personas que más informado está de como está la situación de la plaga del Picudo Rojo en este momento, dicho artículo esta extraído del periódico La Verdad, aunque ya conocía las afirmaciones del autor, Bernardo Llorca debido a mi relación profesional con él. Bernardo es ingeniero agrícola y miembro del mismo Colegio en la Comunidad Valenciana.

Este año, como cada primavera, se inicia una lucha constante contra el temido escarabajo, una lucha que ofrecerá resultados de efectividad desiguales en diferentes puntos de la geografía. Pero estos resultados no se deben simplemente a la convicción de que algo se puede hacer, que es el primer paso. Son más bien el resultado de confiar estos trabajos a profesionales con la suficiente técnica y capacitación para poder realizar un Plan de Vigilancia y Prevención de la Plaga, protocolo que es aconsejable y debería de ser obligatorio para las corporaciones locales y resto de administraciones públicas, diputaciones, consellerias, ministerios, etc. que sean titulares de espacios con palmeras infectadas o con riesgo de serlo.

El mayor problema de la plaga radica en las palmeras dispersas y descontroladas tanto de titularidad privada como pública.

Existe actualmente la obligación de que los propietarios particulares tengan que vigilar la presencia de la plaga en sus palmeras y a comunicar posibles infecciones, a realizar tratamientos preventivos y a velar para que en su propiedad no existan focos de infección, una vez más es una cuestión de solidaridad, tener una palmera infectada sin tratamiento supone cientos de individuos que intentarán colonizar otras palmeras, por lo que la lucha y en su caso la eliminación rápida y adecuada de palmeras gravemente afectas es un pilar básico para combatir la plaga. Estas mismas obligaciones son totalmente aplicables para las palmeras de propiedad pública con el agravante de dar un buen ejemplo al ciudadano.

Es esencial planificar un plan de lucha, ser profesionales y muy perseverantes, qué queremos decir con ello, hablamos de tratamientos preventivos, por lo tanto tenemos que tener las palmeras prevenidas de cualquier posible afección.

Añadiría yo a su argumentación que es necesaria una campaña de formación, que aumente la profesionalidad de los individuos que trabajan en este campo y de todos aquellos que de una u otra forma están relacionados con el campo de la jardinería, profesionales, docentes y aprendices.