Escuelas Taller, Formación y Trabajo. Un elemento de lucha contra el desempleo juvenil, por Antonio Moriel, director de Escuela Taller.-

Hola de nuevo amigos. Esta tarde he asistido a la reunión de un grupo de profesionales del programa de Escuelas Taller, la única institución que realiza formación en alternancia con el empleo.

Las andaduras de esta exitosa actividad formativa comenzó en un entorno muy parecido al actual, en el cual el país se encontraba inmerso en unos porcentajes de desempleo juvenil inadmisibles, cercanos ya al 50 por ciento. Esta herramienta formativa permitió que muchos jóvenes, incluso el que os escribe, se formara en un oficio y consiguiera un empleo, entre otras cosas. Hoy os presento el artículo de un viejo compañero de andaduras, que como yo, aposto por esta actividad que mezcla la formación y el trabajo real, como ejercicio profesional. Seguro que os gustará.

Las Escuelas Taller a debate en el horizonte 2012
http://antoniomoriel.blogspot.com/

Antonio Moriel Fernández
Director Escuelas Taller

Asegurar a todos los jóvenes la adquisición de los conocimientos, capacidades, destrezas y actitudes necesarias para la vida adulta (OCDE 1995)

Hace veinticinco años con una tasa elevada de paro juvenil (53% en los grupos de edad de 16 a 19 años y un 41,60 % los de 20 a 24 años) el gobierno de la nación ponía en marcha un Programa de formación y empleo que veinte años mas tarde sería calificado como una “buena práctica” en un informe de la Comisión europea que consideraba este programa: “uno de los mejores dirigido a jóvenes desfavorecidos”. Nos referimos al Programa de Escuelas Taller y Casas de Oficios.

La crisis industrial produjo el cierre de numerosas fábricas y una de las respuestas fue el veto de los jóvenes al empleo, al tiempo que se fueron precarizando los contratos. El 20,58 % de la población activa se encontraba en el paro. La caída más importante fue la de aquellos que accedían a su primer empleo.

Siendo Ministro de Trabajo y Seguridad Social, Luis Martínez Noval, conmemorando los ocho años de las Escuelas Taller, comentaba que “tienen dos objetivos básicos, el primero es combatir el desempleo juvenil y, el segundo, convertir el Programa en un instrumento para mejorar la calidad de vida y el entorno de las ciudades y pueblos”

Unos años más tarde, en la década de los noventa, el gobierno de la nación ponía en marcha paralelamente a las Escuelas Taller (dirigido a los jóvenes de 16 a 24 años) los Talleres de Empleo (dirigidos a los mayores de 24 años).

Las tasas de inserción laboral de los participantes que encontraron empleo al finalizar, tanto las Escuelas Taller como los Talleres de Empleo, superaban el 50 por ciento.

Escuelas Taller y Casas de Oficios

1989 (60,26 %) 1992 (41,50) 2004 (77,26%)

Datos de inserción en Escuelas Taller. Ministerio de Trabajo.

Talleres de Empleo

2000 (55,84 %) 2004 (62,8%)

Datos de inserción en Talleres de Empleo. Ministerio de Trabajo.

El Programa de Escuelas Taller, Casas de Oficios y Talleres de Empleo, que se conoce como ETCOTE, tiene en la actualidad una vigencia de veintiséis años. Durante varios años, los alumnos que entraban y se formaban, se colocaban en las especialidades en las que habían participado. Tres elementos se conjugan en el Programa: formación, inserción profesional e integración estable en el mercado laboral.

Labor social y primer empleo

Al mismo tiempo, queremos destacar la labor social llevada a cabo por el equipo técnico de los Centros y su profesionalidad. Un equipo que se tiene que enfrentar a jóvenes que vienen en su mayoría del fracaso escolar, de familias desestructuradas, con grandes carencias y muy desmotivados. Para muchos jóvenes participar en una Escuela Taller ha supuesto su primer contacto con la actividad laboral, su primer contrato de aprendizaje, además de la adquisición de habilidades sociales para acercase al mercado laboral en las mejores condiciones posibles.
Como decía el pedagogo John Dewey (1916) en su libro Democracia y Educación: “La educación debe ser primero, humana y sólo después profesional”. Esta frase y todo su contenido la podemos aplicar a la metodología que se viene empleando en este tipo de Programas.

Las Escuelas Taller desempeñan una labor, tanto social como laboral (mejoras del Patrimonio histórico, artístico y paisajístico), que no ha sido valorada y considerada suficientemente ni por las instituciones ni por la Sociedad en general. ¿Cuántas personas hoy en día han oído hablar de estos Programas de formación y empleo? Hay mucha gente que, después de más de 25 años de funcionamiento, no conoce todavía lo que se hace en una Escuela Taller y confunde los términos con otro tipo de Programa.

Desde sus inicios, las Escuelas Taller han ido obteniendo buenos resultados. Como apuntaba en 1993 el entonces Jefe de la División de Patrimonio Cultural del Consejo de Europa, José María Ballester: “comienza a extenderse la experiencia española de las Escuelas Taller, al integrar los aspectos culturales y de formación en una original dinámica social, que conjuga la restauración del Patrimonio Cultural con los mecanismos de empleo”.

A principios de los años noventa, los artífices del Programa de las Escuelas Taller, José María Pérez González (Peridis) y su colega, Julio Martín Casas, indicaban que: “la base del aprendizaje es la motivación, el estímulo de la obra real y el trabajo bien hecho. Entusiasmo, creatividad y organización suponen al final grandes cantidades de valor añadido”.

Las Escuelas Taller y los Talleres de Empleo vienen coexistiendo en todo el territorio nacional bajo el control y supervisión de los gobiernos autónomos, pues con las trasferencias de las políticas activas de empleo a mediados de los años noventa, son éstos los responsables de su desarrollo y gestión; en unos casos con los responsables de empleo y en otros con los de Educación o en ambos casos como en la Comunidad Valenciana durante esta legislatura.


Los éxitos del programa han sido importantes tanto a nivel nacional como en todas las comunidades autónomas, tanto en la reducción de las tasas del desempleo juvenil y de adultos, como en la mejora de la calidad de vida de los participantes, obteniendo incluso durante estos últimos años una inserción educativa significativa; es decir, que muchos de los jóvenes que habían dejado los estudios regresan al Instituto para terminarlos.

España: Record europeo en desempleo juvenil


En estos momentos de profunda crisis económica que afecta sobre todo a los más débiles (jóvenes y mujeres), y sobre todo a los que han abandonado sus estudios y no tienen cualificación, se hace patente la imperiosa necesidad de la presencia del Programa de las Escuelas Taller.


Los últimos datos publicados por Eurostat (Oficina de Estadística de la Unión Europea) situaban a nuestro país, España, con una de las tasas más altas de toda Europa de paro juvenil, alcanzando el 43,6 por ciento. El Presidente de la Comisión Europea, el portugués José Manuel Durao Barroso, calificaba de “escandalosas las cifras de paro juvenil en algunos países de la Unión Europea”, urgiendo a los gobiernos a acelerar reformas estructurales y a la creación de empleo. No es el caso de Holanda con un 8,4 % de paro juvenil, el de Alemania con un 8,6 % o el de Austria con un 10,3 %. Nuestro país se sitúa por encima de Lituania con un 35,2 % o Eslovaquia con un 36,6 por ciento. Incluso se habló de la generación “ni... ni” refiriéndose a aquellos jóvenes que ni estudian ni trabajan. En Italia casi el 16 por ciento de los jóvenes se les considera generación ni..ni; mientras que en España el 15 por ciento de los jóvenes ni estudian ni trabajan. Por su parte, la media en Europa está entorno al 10 por ciento, según la OCDE en 2009.

Uno de los mejores Programas Europeos

El Programa de las Escuelas Taller y de las Casas de Oficios, dirigido a los jóvenes desfavorecidos, fue muy bien valorado en la Comisión Europea de Empleo y Asuntos Sociales calificándolo de “buena práctica” como se refleja en los informes presentados en la Comisión (Employability and labour insertion programmes for young people: Workshops and School or trader Workshops. Equipo de Investigación Área).

Sin embargo, este Programa necesita reformas, pues desde el año 2001 no se ha tocado un ápice la Orden que lo regula. Reproduzco las palabras de 1993 del entonces Ministro de Trabajo, Luis Martínez Noval: “se trata de mejorar lo que ya tenemos, alentando la creatividad de todos los actores y sujetos implicados. No hay que olvidar que caminamos hacia una sociedad donde la creación, la movilidad, la iniciativa y la inteligencia constituyen las claves esenciales del desarrollo”.

Una de las soluciones para mitigar las altas tasas de paro juvenil la tenemos entre nosotros, sólo falta ajustarla, actualizarla y potenciarla por todo el territorio nacional. Se trata del Programa de Formación y Empleo de las Escuelas Taller y de los Talleres de Empleo.


Por último, para los que opinan que este Programa es caro. ¿Acaso no saldrá más cara la ignorancia? Como dijo Derek Bok: “si crees que la educación es cara, prueba con la ignorancia”. Esto mismo aplicado a nuestros jóvenes, como Platón, pensamos que: “...si a nuestros Jóvenes se les da la correcta educación todos nuestros asuntos irán bien, si ocurre todo lo contrario, si descuidamos su educación mejor no hablar de ello".


“No hay inversión más rentable que la del conocimiento”.

Benjamín Franklin.