Y el Picudo llegó a Almansa (Albacete).-

La desidia sobre el control de esta imparable destrucción de palmeras continua más allá del paisaje de nuestras costas. Durante el pasado mes de diciembre fuimos avisados de un ataque sobre una    centenaria palmera canaria que habita en Almansa. Tras inspeccionar la infestación procedimos a realizar la intervención de saneamiento mecánico, el  picudo rojo había atacado con fuerza el ejemplar, pero todavía tenía esperanzas de vida. La yema estaba intacta, así pues se actuó según el protocolo que aplicamos, intervención, tratamientos fitosanitarios, retirada de restos infestados tras tratamiento a vertedero y a esperar que el grandioso ejemplar responda al tratamiento terapéutico.

Fruto de esta actuación fuimos invitados por la Concejalía del Medio Natural y el equipo de jardinería del Ayuntamiento de Almansa, muy sensibilizados y preocupados por este problema fitosanitario, a una demostración teórico-práctica en la ciudad. El objetivo informar al mayor número de profesionales y particulares de como proteger la especie ante la amenaza del escarabajo asesino. Quiero agradecer desde este Cuaderno de Campo la confianza depositada en nuestro equipo por parte del Ayuntamiento Albaceteño, para salvaguardar sus palmeras, para ello preparamos  la estrategia más adecuada para atajar el problema lo antes posible.

Con la colaboración de Paco Soria, ingeniero agrícola del Ayuntamiento de Massanassa, Enrique Llopis de la empresa familiar que el mismo dirige, mi compañero Axel Piera y el que escribe dedicaron la tarde a informar sobre todos los detalles dentro del plan de erradicación de la plaga que se debe poner en práctica, lo cual hicimos en doble sesión teórica y práctica. Un plan conjunto de actuaciones con el objetivo de enseñar a detectar los posibles síntomas, la apertura de ventanas de inspección, los distintos tratamientos químicos y biológicos y las actuaciones de cirugía que se pueden desarrollar dentro de una estrategia integral.

Todos nos preguntábamos como era posible que hubiera llegado tan lejos el problema de esta plaga y parece ser que la razón es un vertido incontrolado procedente de la Comunidad Valenciana, sobre el cual ya se han tomado cartas en el asunto, mediante la pertinente denuncia por parte del consistorio.

Increíble  pero cierto, así es el  problema ante el que nos enfrentamos, que tantas víctimas ha causado y que causará esta plaga y esperemos que sólo sean víctimas en nuestras palmáceas, pero me temo que dado el avance  que hemos observado por parte del picudo rojo a otras palmeras como las datileras, los Trachycarpus, Palmera real y por supuesto Washingtonias, estamos ante una situación de urgente control para evitar daños materiales y humanos, hace unas semanas en una inspección rutinaria encontrábamos datileras afectadas a lo largo del estipe en distintas alturas, lo que en principio eran pequeñísimos agujeritos resultaron ser tremendos boquetes dentro de los cuales se encontraban atrincherados insectos y larvas preparados para empezar la destrucción masiva del ejemplar, tremendo. Una imagen vale más que mil palabras.

He reducido el mundo a mi jardín y ahora veo la intensidad de todo lo que existe. José Ortega Y Gasset